Cristina Peri Rossi | Suicidios, S. A. [en «Cosmoagonías» 1988]

“La ciudad protege a los suicidas. Se han construido expresamente viaductos, puentes y acantilados a fin de que los hombres y mujeres decididos a suicidarse puedan ejecutar el acto con las mayores garantías de éxito.” […] Seguir leyendo en: https://tinyurl.com/29hs2xa6
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Horacio Quiroga | El vampiro [en «Anaconda y otros cuentos» 1921]

“—Sí —dijo el abogado Rhode—. Yo tuve esa causa. Es un caso, bastante raro por aquí, de vampirismo. Rogelio Castelar, un hombre hasta entonces normal fuera de algunas fantasías, fue sorprendido una noche en el cementerio arrastrando el cadáver recién enterrado de una mujer.” […] Seguir leyendo en: https://tinyurl.com/2avzaw4v
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Guy de Maupassant | Una venganza [en «Cuentos completos de terror, locura y muerte» 2011]

“La viuda de Paolo Saverini vivía sola con su hijo en una pobre casa de las afueras de Bonifacio. La ciudad, construida en un saliente de la montaña, por algunos puntos cortada a pico sobre el mar, domina por la parte más rocosa y erizada de escollos la costa de Cerdeña” […] Seguir leyendo en: https://tinyurl.com/25dvza8j

Cesare Pavese | Revelación [en «Trabajar cansa» 1936]

“El hombre solitario vuelve a ver al muchacho de magro
corazón absorto en escrutar a la mujer que ríe.
El muchacho alzaba la mirada hacia aquellos ojos,
cuyas rápidas miradas se estremecían, desnudas
y distintas. El muchacho recogía un secreto
en aquellos ojos, un secreto como el regazo escondido.” […] Seguir leyendo en: https://tinyurl.com/227lsf6p
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Guy de Maupassant | El miedo [en «El periódico Gil Blas» 23/10/1882]

“Volvimos a subir a cubierta después de la cena. Ante nosotros, el Mediterráneo no tenía el más mínimo temblor sobre toda su superficie, a la que una gran luna tranquila daba reflejos.”[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldito-horacio-quiroga/textos/cuentos-de-amor-de-locura-y-de-muerte-1917/el-infierno-artificial

Anne Sexton | Los rastreadores del mal [en «El horrible remar hacia Dios» 1975]

«Hemos nacido con suerte
que es como decir con oro en la boca.
Tan frescos y lisos como una uva,
tan puros como una laguna en Alaska,
tan buenos como el tallo de una habichuela verde-
hemos nacido y esto debería bastar,
debemos ser capaces de sacar provecho de esto,
pero hay que saber acerca del mal» […] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldita-anne-sexton/textos/el-horrible-remar-hacia-dios-1975/los-rastreadores-del-mal

Julio Ramón Ribeyro | Los moribundos [de «Las botellas y los hombres» 1964]

«A los dos días que empezó la guerra comenzaron a llegar a Paita los primeros camiones con muertos. Mi hermano Javier me llevó a verlos a la entrada del hospital. Los camiones se detenían un momento frente al portón y los enfermeros salían para echarles una ojeada.»[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldito-julio-ramon-ribeyro/textos/las-botellas-y-los-hombres-1964/los-moribundos

Cesare Pavese | La paz que reina [de «Poemas inéditos» 2023]

«El placer del viejo es sorprender las últimas estrellas
en el alba, después tomar otra vuelta y vagar por la calle.
Uno siempre supo que el mundo se termina así:
nos encontramos entre rostros de gente inaudita
y no basta mirarlos y pensarlos con calma.»[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldito-cesare-pavese/textos/poemas-in%C3%A9ditos-2023/la-paz-que-reina
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Gioconda Belli | Reglas del juego para hombres que quieran amar a mujeres [en «De la costilla de Eva» 1986]

«El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.»[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldita-gioconda-belli/textos/de-la-costilla-de-eva-1986/reglas-del-juego-para-hombres-que-quieran-amar-a-mujeres

Cristina Peri Rossi | El testigo [en «Cuentos eróticos» 1989]

«Me crie entre las amigas de mi madre. No sé cuántas fueron, ni siquiera puedo decir que las recuerdo a todas, pero de algunas no me he olvidado, y, aunque no las haya vuelto a ver, o solo aparezcan por la casa muy esporádicamente, sé quiénes son y les guardo simpatía.»[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldita-cristina-peri-rossi/textos/cuentos-er%C3%B3ticos-1989/el-testigo

Horacio Quiroga | Corpus [de «Cuadrivio laico» en «El Salvaje y Otros Cuentos» 1920]

«En Ginebra, durante la fiebre de la Reforma, un hombre fue quemado vivo por una coma. Llamábase ese hombre Conrado Wéber, y era alemán de nacionalidad, y grabador de oficio. Persona de alma pura, ojos azules y barba tierna, llevaba por inclinación la triste vida de su ciudad.»[…] Seguir leyendo en: https://sites.google.com/view/maldito-horacio-quiroga/textos/el-salvaje-y-otros-cuentos-1920/cuadrivio-laico/corpus